martes, 18 de abril de 2017

Kefir - la bebida, el alimento, el remedio

El Kéfir, es un producto fermentado a partir de los gránulos que reciben ese mismo nombre (Kéfir), son una mezcla simbiótica de hongos (levaduras), bacterias benéficas (probióticos), lípidos y proteínas, relacionados por una matriz que los une.
Sus gránulos se asemejan en aspecto, bastante a la apariencia de las flores del coliflor, sin embargo son más pequeños, mas blandos y mas gelatinosos.
Existen dos tipos de Kéfir, el de Leche y el de Agua. 
Si bien existe esta distinción en su nombre, y algunas diferencias entre ellos, su ecosistema microbiano (o microflora) es el mismo, simplemente cambia el medio en el que se desarrollan
Es importante no confundirlo con la Kombucha, muchas veces llamado Kefir de Té

Kéfir de Leche:
También es conocido como Yogur Búlgaro, Leche Kefirada, Yogur de Pajaritos (en Chile) o Yocas (en Uruguay).
Es el más extendido a lo largo del mundo y del tiempo. Su sabor y textura es similar a la de un yogurt bebible. Aunque debido a lo variable que puede ser la producción del Kéfir, a nivel comercial es más rentable y menos complicado de producir el yogurt, ya que el Kéfir en general no respecta con exactitud una frecuencia de maduración, e incluso varios factores externos pueden influir aún más.

Un poco de su historia:
El Kéfir de Leche procede del Cáucaso, siendo uno de los productos lácteos más antiguos conocidos por el hombre, quien lo ha consumido durante miles de años.
Los Musulmanes lo nombraban “Los granos del Profeta Mahoma”, siendo motivo de graves castigos (incluso muerte) a quienes divulgaran a extranjeros, los secretos para realizar dicha bebida.
Se cree que la palabra Kéfir tiene un origen Turco, proviniendo de “kief” que se puede traducir como “agradable sensación” o “sentirse bien”, debido a lo agradable que se experimenta al consumirlo, dándole además una notación un poco mística sobre sus propiedades curativas y/o benéficas. Incluso datan registros del siglo XIX, donde fue utilizado como remedio contra la tuberculosis.

Su composición:
Dependiendo del origen del cultivo se han identificado las siguientes especies de microorganismos dentro de su microflora:
Bacterias:
·         Lactococcus lactis subsp. lactis
·         Streptococcus thermophilus
·         Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus
·         Lactobacillus helveticus
·         Lactobacillus casei subsp. pseudoplantarum
·         Lactobacillus brevis
Levaduras/Hongos:
·         Kluyveromyces marxianus var. lactis
·         Saccharomyces cerevisiae
·         Candida inconspicua
·         Candida maris.

Kéfir de Agua
La mayor diferencia del Kéfir de Agua vs el de Leche, es la falta de necesidad de lactosa para producir la fermentación, sin embargo es necesario darle azúcar agregado para poder lograr dicho proceso. Siendo apto para el consumo de Veganos o intolerantes a la lactosa.
El sabor y textura de este es similar a un agua levemente gasificada, pudiendo ser mas o menos dulce o acido, dependiendo de la receta a utilizar en su preparación. Su aroma, tiene notas que recuerda levemente a una sidra, sin embargo el valor alcohólico que puede llegar a tener esta bebida es totalmente despreciable

Propiedades y algunos de sus beneficios
Para quienes (pese a saber que la leche de vaca no es lo más recomendable para el humano) estén empecinados en consumirla. El Kéfir de Leche, hace que esta sea mucho más fácilmente digerible.
Es rico en aminoácidos esenciales y proteínas, con lo cual es un buen suplemento alimenticio
Es rico en minerales (Fosforo) y vitaminas (B12, B1 y K), lo cual lo hace una buena fuente de B12, ideal para ayudar a obtenerlo en una dieta Vegana
Desde hace centenares de años, como se explica antes, se ha asociado el Kéfir con efectos positivos sobre la salud de su consumidor. Pero en la actualidad se ha documentado beneficios reales que contemplan la modulación del sistema inmunitario, del metabolismo y principalmente de la flora intestinal. También es de utilidad para mejorar la cicatrización de las heridas.
Se ha demostrado su capacidad como anticancerígeno sobre varios tipos de células cancerígenas.

IMPORTANTE! a tener en cuenta:
Para quienes sufran patologías digestivas graves, deberán consultar con su especialista, sobre si pueden, deben o no consumir Kéfir.
Si huele mal, no lo consuman
NO lo congelen, en muchos sitios recomiendan hacerlo a modo de tener una reserva por si pasara algo, o incluso si unos meses decidimos no usarlo, pero la realidad es que además de perder algunos de los beneficios que posee, le cuesta muchísimo recuperar su actividad normal a la colonia de Kéfires o incluso nunca vuelve a producir de mismo modo al que estábamos acostumbrados antes de congelarlos (esto es experiencia propia).


En las siguientes entradas les daremos recetas de cómo prepararlo. Se los recomendamos, no tiene comparación.

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